Un blend es una mezcla cuidadosamente diseñada de distintas variedades de café, como Bourbon Amarillo y Caturra, o incluso de diferentes intensidades de tueste. Este proceso de mezcla no solo se basa en porcentajes, como cuando vemos en el envase "Blend 20% Robusta y 80% Arábica", sino que involucra una compleja composición que define su carácter y sabor de manera profunda.
La creación de un blend de café es un arte similar al proceso de producción de whisky o tabaco: un trabajo que requiere conocimiento, experiencia y precisión. Imagina que una marca de café se propone ofrecer un perfil de aroma particular durante todo el año. Dado que el café proviene de una fruta cuya calidad está influenciada por factores como el clima, las estaciones del año y la altitud, su perfil sensorial puede variar. Un café que anteriormente tenía un aroma específico podría transformarse y adquirir características completamente nuevas.
Es en este punto donde el blend se convierte en una herramienta crucial. Los productores pueden combinar diferentes variedades de café y distintos grados de tueste para ajustar su sabor y aroma, logrando que el café conserve su perfil original, incluso si las condiciones del cultivo han cambiado. Esta capacidad de ajustar las mezclas garantiza que los consumidores puedan seguir disfrutando de la misma experiencia sensorial a lo largo del tiempo, independientemente de las variaciones naturales en la cosecha.
El arte del blend no solo mejora la calidad del café, sino que también asegura una experiencia constante y placentera en cada taza. Además, permite a las marcas diferenciarse y ofrecer productos únicos que se mantienen fieles a la expectativa del consumidor.
